Jesucristo fue levantado victorioso de entre los muertos. Su cuerpo resucitado se hizo mas glorioso sin el obstáculo de las ordinarias limitaciones humanas. Asi ascendió al cielo. Está sentado a la diestra de Dios Padre como nuestro Señor ensalzado. Intercede por nosotros. El volverá para juzgar a todas la personas. Toda rodilla se doblará y toda lengua confesará que Jesucristo es el Señor, para la gloria de Dios el Padre.